lunes, 10 de noviembre de 2008

Pintando a los “traidores”. Ignacio Aguilar y Marocho y las vidas de monarquistas.

Víctor Villavicencio, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.

La historia oficial de México nos ha enseñado a admirar y despreciar personajes y el siglo XIX es, por excelencia, el perfecto escenario donde la descripción maniquea se ha desarrollado. Insurgentes y realistas primero, pasando por federalistas y centralistas, liberales y conservadores, para llegar a republicanos y monarquistas después, se nos han presentado como la terrible dicotomía de buenos, héroes y patriotas, y malos, traicioneros y vendepatrias. Uno de los recursos para contrarrestar este bagaje broncíneo es emprender estudios que den cuenta de la vida –escritos y acciones en general– de aquellos que resultaron perdedores. Qué hicieron y cómo pensaban, para descubrir, en contexto, por qué lo hicieron y por qué lo pensaban. El caso específico de Ignacio Aguilar y Marocho, uno de los hombres más capaces del bando conservador durante la segunda mitad del siglo antepasado, resulta por demás valioso, además del interesante ejercicio que supone el salvar los obstáculos que conlleva el rastrear la vida de uno de las figuras, por su brillante pluma y pensamiento, más criticadas. Todo ello coadyuvará al intento por equilibrar los estudios que por tantos años han tenido como tema central a los personajes pertenecientes al grupo vencedor y así lograr un cabal entendimiento de ese momento tan importante en nuestra historia y de los hombres que lo protagonizaron.

Palabras clave: Ignacio Aguilar y Marocho, explicaciones maniqueas, conservadores, Siglo XIX, México.

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