jueves, 9 de octubre de 2008

La vida del arzobispo de Guadalajara Francisco Orozco y Jiménez vista a través de su funeral.

Julia Preciado, CIESAS Occidente.

Propongo presentar una ponencia sobre el arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez (quien nació en Zamora, Michoacán, en 1864 y desde muy joven estudió en Roma), entre otras razones, porque durante el tiempo que estuvo al frente de la arquidiócesis de Guadalajara (1913-1936), él se caracterizó por la manera de administrar simbólicamente su persona pública. Orozco y Jiménez era una de esas personalidades, para tomar prestada la frase de Clifford Geertz, capaz de "engranar pasiones y dominar mentes".[1] Sin embargo, mi propuesta de biografía partirá del funeral del arzobispo considerando que en las ceremonias de los funerales la biografía del personaje fallecido es un elemento primordial, pues resalta la importancia de la persona en relación con el contexto político, social, religioso o cultural.

[1] Clifford Geertz, "Centers, Kings, and Charisma: Reflections on the Symbolics of Power", en ídem, Local Knowledge: Further Essays in Interpretive Anthropology, 121-146 (Nueva York: Basic Books, 1983), 121.

Palabras clave: Iglesia, Guadalajara, arzobispado, funeral, rito.

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